La microflora intestinal podría tener un papel en la enteropatía secundaria a antiinflamatorios no esteroideos (AINE). ¿Son útiles los probióticos en su prevención?
Los denominados AINE o antiinflamatorios no esteroideos son fármacos ampliamente utilizados en nuestro medio por su gran eficacia antiinflamatoria, analgésica y antipirética, habiéndose estimado su consumo en torno a 216 millones de dosis al día. Sin embargo, ante el vertiginoso crecimiento de su uso, se registra también un aumento en sus efectos secundarios. Una de las principales complicaciones es su toxicidad gastrointestinal, que es causa no sólo de lesiones gastroduodenales, sino también de la enteropatía por AINE, que afecta al intestino delgado en tramos más distales, pudiendo derivar en diarrea, dolor abdominal, hemorragia digestiva o perforación1. Las lesiones gastroduodenales se previenen fácilmente mediante fármacos antisecretores, pero la enteropatía suele pasar desapercibida y no tiene prevención eficaz.
La toxicidad de los AINE se explica a través del mismo mecanismo por el que ejercen su actividad biológica: la inhibición de la ciclooxigenasa (COX). Esta enzima se expresa en distintos tejidos, y a nivel intestinal desempeña un papel fundamental en la síntesis de prostaglandinas, que a su vez intervienen en la síntesis de moco y bicarbonato, así como en la vascularización de la mucosa intestinal, factores todos ellos necesarios para mantener la homeostasis de la mucosa. Otro mecanismo de toxicidad tiene lugar mediante un efecto local o tópico, es decir, los AINE actúan como detergentes que solubilizan fosfolípidos de membrana, provocando daño epitelial de la mucosa, dejándola expuesta a bacterias intestinales, ácidos biliares y enzimas proteolíticos2. Se piensa que las bacterias y sus productos de degradación intervienen en el desarrollo del daño epitelial ya que en los ratones germ-free no se producen lesiones por indometacina3,4. De aquí surge la base racional para el empleo de probióticos en la prevención y tratamiento de enteropatía por AINE. Por otro lado, sabemos que determinados probióticos favorecen la homeostasis de la mucosa intestinal, la síntesis de mucinas, y la inhibición de la expresión de genes proinflamatorios a nivel de las células epiteliales de la mucosa5.
Destacamos a continuación varios estudios clínicos que han explorado esta indicación. El primero de ellos6 reclutó a 16 pacientes, y comparó indometacina asociada a Lactobacillus GG versus indometacina asociada a placebo, evaluando la respuesta mediante la permebilidad intestinal, sin observarse cambios entre los dos grupos. En un segundo estudio7 con 20 pacientes tratados con indometacina se utilizó la mezcla VSL#3 (Bifidobacterium breve, Bifidobacterium longum, Bifidobacterium infantis, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus plantarum, Lactobacillus paracasei, Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus) frente a placebo, midiendo la calprotectina fecal y objetivando un efecto protector en el grupo que recibía la mezcla. Por último, encontramos un tercer estudio que utilizó Lactobacillus casei aisladamente junto con aspirina, y estudió el efecto protector mediante el empleo de cápsula endoscópica, apreciando un descenso claro de las lesiones intestinales en el grupo tratado con la cepa probiótica.
Hacen falta nuevos ensayos clínicos con mayor número de pacientes que aporten más evidencia, aunque estamos ante una aplicación novedosa de los probióticos que podría aportar grandes beneficios a pacientes que precisen de tratamientos crónicos con AINE.
Bibliografía
1. Higuchi K, Umegaki E, Watanabe T, Yoda Y, Morita E, Murano M et al. Present status and strategy of NSAIDs-induced small bowel injury. Journal of Gastroenterology. 2009; 44(9): 879-88. Epub 2009/07/02.
2. Montalto M, Gallo A, Gasbarrini A, Landolfi R. NSAID enteropathy: could probiotics prevent it? Journal of Gastroenterology. 2013; 48(6): 689-97. Epub 2012/08/10.
3. Robert A, Asano T. Resistance of germfree rats to indomethacin-induced intestinal lesions. Prostaglandins. 1977; 14(2): 333-41. Epub 1977/08/01.
4. Reuter BK, Davies NM, Wallace JL. Nonsteroidal anti-inflammatory drug enteropathy in rats: role of permeability, bacteria, and enterohepatic circulation. Gastroenterology. 1997; 112(1): 109-17. Epub 1997/01/01.
5. Mack DR, Ahrne S, Hyde L, Wei S, Hollingsworth MA. Extracellular MUC3 mucin secretion follows adherence of Lactobacillus strains to intestinal epithelial cells in vitro. Gut. 2003; 52(6): 827-33. Epub 2003/05/13.
6. Gotteland M, Cruchet S, Verbeke S. Effect of Lactobacillus ingestion on the gastrointestinal mucosal barrier alterations induced by indometacin in humans. Alimentary Pharmacology & Therapeutics. 2001; 15(1): 11-7. Epub 2001/01/03.
7. Montalto M, Gallo A, Curigliano V, D’Onofrio F, Santoro L, Covino M et al. Clinical trial: the effects of a probiotic mixture on non-steroidal anti-inflammatory drug enteropathy – a randomized, double-blind, cross-over, placebo-controlled study. Alimentary Pharmacology & Therapeutics. 2010; 32(2): 209-14. Epub 2010/04/14.