La Organización Mundial de la Gastroenterología (WGO) ha publicado la Guía actualizada sobre Probióticos y Prebióticos en Gastroenterología, que ya se encuentra accesible desde su web oficial.
Se acaba de publicar en la web de la WGO la Guía actualizada sobre Probióticos y Prebióticos en Gastroenterología1. La versión original en inglés está disponible en formato PDF, y se están realizando las traducciones al francés, portugués, mandarín, ruso y español. En la dirección del proyecto han participado Hania Szajewska, pediatra clínica e investigadora de la Universidad Médica de Varsovia, Polonia; Mary Ellen Sanders, investigadora de Centennial, Estados Unidos, y directora de la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP); y el que les escribe esta nota. El equipo de revisión de expertos internacionales estuvo formado por Henry Cohen (Uruguay), Rami Eliakim (Israel), Claudia Herrera-de Guise (Guatemala), Tarkan Karakan (Turquía), Dan Merenstein (Estados Unidos), Alejandro Piscoya (Perú), Balakrishnan Ramakrishna (India) y Seppo Salminen (Finlandia).
El uso de probióticos y prebióticos debe guiarse por la evidencia, y con la aparición continua de nueva evidencia, la Guía tiene por objeto proporcionar información específica sobre probióticos y prebióticos que pueden aportar beneficios en el área de la salud gastrointestinal. Pretende ser de consulta para médicos, farmacéuticos, dietistas, enfermeras y otros profesionales de la salud de todo el mundo, que deseen integrar probióticos y prebióticos de manera basada en la evidencia en su trabajo diario.
Para la actualización de 2023 se revisaron alrededor de 800 entradas bibliográficas de trabajos publicados en el período 2017-2021. El equipo de revisión adoptó los criterios establecidos por expertos de la FAO/OMS en 2002 para la evaluación de microorganismos probióticos. Básicamente, se requiere que el microorganismo esté biológicamente y genéticamente caracterizado a nivel de cepa, y que exista al menos un ensayo en humanos, controlado con placebo, aleatorizado y a doble ciego, con un tamaño de muestra apropiado, que demuestre eficacia para un objetivo primario bien definido.
La Guía informa sobre probióticos o prebióticos que mostraron eficacia en al menos un ensayo controlado. No se incluyen los ensayos que no mostraron beneficios. Las tablas 8 y 9 resumen la evidencia para su empleo en adultos y en niños, respectivamente. El nivel de evidencia se gradúa de 1 a 3: Nivel 1, si la evidencia está respaldada por una revisión sistemática de ensayos controlados; Nivel 2, si hay varios ensayos con efecto consistente, pero no hay revisión sistemática, y Nivel 3, cuando sólo hay un único ensayo controlado.
El lector encontrará información sobre el empleo de probióticos y prebióticos en diarrea (aguda, asociada a antibióticos, asociada a C. difficile, por radioterapia, por nutrición enteral, nosocomiales), enfermedad diverticular, enfermedad inflamatoria intestinal, trastornos funcionales (intestino irritable, estreñimiento, dolor abdominal), calidad de vida relacionada con la salud digestiva, cólico infantil, infección por H. pylori, encefalopatía hepática, esteatohepatitis no alcohólica, y enterocolitis necrotizante.
Bibliografía