La administración de la solución laxante previa a la realización de una colonoscopia provoca cambios irreversibles sobre la microbiota en algunos pacientes.
La videocolonoscopia se ha convertido en una prueba realizada con bastante frecuencia al ser incorporada en los programas de cribado de cáncer colorrectal en nuestra población sana por encima de los 50 años. Es, además, una prueba necesaria para el diagnóstico y seguimiento de diferentes patologías gastrointestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.
Antes de la realización de una colonoscopia, es necesaria la admnistración de una solución laxante de limpieza del tubo digestivo para una correcta visualización durante el procedimiento.
Si asumimos que la diarrea por antibióticos es secundaria a una alteración de la microbiota, ¿tendría sentido pensar que una “diarrea” inducida de forma artificial por la admnistración de alta dosis de laxantes puede tener efectos sobre la composición de la misma? Con el objetivo de responder a esta pregunta, se ha llevado a cabo un estudio publicado en forma de póster en la UEG week. Para ello se reclutaron 12 voluntarios sanos a los que se les administró la preparación para la colonoscopia consistente en polietilenglicol (PEG) y electrolitos, tomándose muestras fecales antes y después de la misma. Los resultados revelaron lo siguiente: en cuanto a la estructura global de la microbiota, que integra los conceptos de diversidad y abundancia relativa (para describir la biodiversidad de un bosque necesitamos saber no sólo las distintas especies de árboles, sino también el número de árboles de cada especie), distinguimos 3 grupos: un grupo de 6 personas (grupo A) en las que no hubo cambios significativos a lo largo de los tres meses de estudio, otro grupo de 3 personas con cambios relacionados con la ingesta de PEG (grupo B), y un último grupo de 3 personas con cambios a lo largo del estudio sin clara relación causa-efecto con la ingesta de PEG (grupo C). Si analizamos la diversidad como el número de filotipos u OTUs, sin tener en cuenta la abundancia relativa, se evidencia de nuevo que en el grupo A no hubo cambios (Grupo 1), pero sí que hubo caída de biodiversidad en los individuos de los grupos B y C tras la ingesta del PEG (grupo 2 en figura 1). Además, tres individuos no recuperaron la biodiversidad inicial en la última muestra.
De todo ello se desprende que la administración de la solución laxante previa a la realización de una colonoscopia provoca cambios irreversibles sobre la microbiota en un subgrupo de pacientes. A falta de más estudios, queda por determinar si existen consecuencias secundarias a este disbalance, y se abre la puerta a la administración de probióticos/prebióticos para prevenir o reparar tales cambios.