Los resultados de un estudio sugieren que el trasplante de microbiota fecal podría afectar la motilidad intestinal y la consistencia de las heces en ratones a través de la modulación del metabolismo del huésped, lo que podría tener potencial importancia en el tratamiento de las personas con estreñimiento.
El estreñimiento crónico es un trastorno multifactorial que incluye una patogénesis compleja.
En pacientes con estreñimiento por tránsito lento (TL), tanto la morfología del sistema nervioso entérico como la cantidad de las células intersticiales de Cajal están alteradas. Así como el plexo mioentérico ha mostrado en distintos estudios una hipoganglionosis moderada1,2, sucede lo mismo con las células endocrinas del colon y los niveles de neurotransmisores (como serotonina, NO y VIP), los cuales se ven disminuidos. Sin embargo, los estudios sobre TL solo pueden explicar algunos casos de estreñimiento crónico3.
Recientemente, gran cantidad de investigaciones han indicado que la microbiota intestinal desempeña un papel clave en la salud, afectando a diversas actividades de la fisiología del huésped, incluida la motilidad intestinal. Se ha demostrado que la composición de la microbiota intestinal es diferente entre los pacientes con estreñimiento, en comparación con los controles sanos. Se encontró que los Bacteroidetes son más abundantes en la microbiota de la mucosa colónica de los pacientes con estreñimiento4.
Vandaputte y colaboradores5 informaron, en un trabajo muy reciente, de que la consistencia de las heces estaba fuertemente asociada con los principales marcadores microbióticos conocidos. En su estudio, los marcadores del microbioma estaban negativamente relacionados con la “riqueza y diversidad” en las especies, mientras que se correlacionaron positivamente con la relación “Bacteroidetes/Firmicutes”, y negativamente con la abundancia de Akkermansia y Methanobrevibacter. Además, la abundancia de metanógenos (como el Methanobrevibacter) se incrementó en las heces más duras, un hallazgo que era consistente con la elevada producción de metano en pacientes con estreñimiento crónico. Estas alteraciones fisiopatológicas en pacientes estreñidos nos llevan a pensar en estos cambios llamativos en la flora fecal, y en si éstos podrían ser una de las posibles causas en la multifactorialidad patogénica del estreñimiento.
Un trabajo muy reciente de Ge y colaboradores evaluó los síntomas del estreñimiento en ratones a los que se les trasplantó microbiota fecal (TMF) de donantes con TL. Midieron en dichos ratones moléculas relacionadas a la función intestinal, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y los ácidos biliares, para determinar el posible mecanismo de la microbiota en la motilidad intestinal6 y si existía alguna relación con el TL.
El butirato, un producto de los AGCC, desempeña un papel regulador fuerte en la detección microbiana TLR-dependiente, que está implicada en la motilidad intestinal secretando PYY y GLP-17. Ge encontró que los niveles de butirato fueron significativamente más bajos en ratones que recibieron TMF de donantes con TL que en aquellos que recibieron TMF de donantes sanos. Después de una suplementación con butirato, los resultados de los ratones que habían recibido TMF de los donantes con TL invirtieron la frecuencia de los pelets, el porcentaje de agua y la contractilidad del colon.
Por lo tanto, la microbiota fecal de los donantes con TL podría desregular la motilidad intestinal, al afectar la producción de AGCC.
Otra clase particularmente versátil de metabolitos producidos por el microbioma son los ácidos biliares. Éstos se producen a partir del colesterol en los hepatocitos y son metabolizados por la microbiota intestinal. Se ha demostrado que los ácidos biliares también afectan la motilidad intestinal por la liberación de serotonina de las células enterocromafines y, por consecuencia, alteran la motilidad intestinal. En sus resultados, encontraron que el nivel de ácidos biliares fue menor en los ratones que recibieron TMF de los donantes con TL, lo que indica que el metabolismo microbiano de los ácidos biliares en el colon fue perturbado.
La disminución secundaria de los niveles de ácidos biliares podría reducir la liberación de serotonina de las células enterocromafines, lo que afecta la motilidad intestinal. Después de la suplementación con ácido deoxicólico, los resultados de los ratones que habían recibido TMF de los donantes con TL invirtieron el porcentaje de agua y la contractilidad del colon.
En resumen, los resultados de este estudio han sugerido que la colonización del intestino por la microbiota de donantes estreñidos podría afectar la motilidad intestinal y la consistencia de las heces en ratones a través de la modulación del metabolismo del huésped, y que el restablecimiento del microambiente intestinal en pacientes estreñidos podría ser eficaz. Las alteraciones del microbioma en el estreñimiento, a su vez, podrían afectar al huésped, lo que podría aumentar la evidencia significativa de un nuevo tratamiento: el trasplante de microbios fecales para los pacientes con estreñimiento.
Bibliografía
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- Wedel T, et al. Enteric nerves and interstitial cells of Cajal are altered in patients with slow-transit constipation and megacolon. Gastroenterology. 2002; 123:1459–67.
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- Parthasarathy G, et al. Relationship Between Microbiota of the Colonic Mucosa vs Feces and Symptoms, Colonic Transit, and Methane Production in Female Patients With Chronic Constipation. Gastroenterology. 2016; 150: 367–79.
- Vandeputte D, et al. Stool consistency is strongly associated with gut microbiota richness and composition, enterotypes and bacterial growth rates. Gut. 2016; 65: 57–62.
- Ge X, Zhao W, Ding C. Potential role of fecal microbiota from patients with slow transit constipation in the regulation of gastrointestinal motility. Sci Rep. 2017; 7(1): 441.
- Larraufie P, Dore J, Lapaque N, Blottiere HM. TLR ligands and butyrate increase Pyy expression through two distinct but inter-regulated pathways. Cellular microbiology. 2016.