El estudio The Diet Switch Study demuestra cómo un cambio radical en la dieta de tan solo dos semanas puede tener un impacto inmediato en la composición y actividad metabólica de la microbiota intestinal así como en marcadores histológicos de la mucosa del colon.
En el Gut Microbiota for Health World Summit que se celebró en Miami los días 5 y 6 de marzo de 2016 se presentaron los resultados del llamado Diet Switch Study. El Summit está on-line, de modo que se pueden oír y ver todas las conferencias de los dos días en la web http://www.gutmicrobiotaforhealth.com/en/the-gmfh2016-replay/
Los norteamericanos de raza africana constituyen un grupo poblacional de muy alto riesgo para el cáncer de colon, con una incidencia de 65 casos por 100.000 habitantes y año. Por el contrario, la población rural africana tiene incidencias muy bajas, de 5 casos por 100.000 habitantes y año. Hay mucha evidencia epidemiológica que indica que la dieta es un factor clave para el desarrollo de neoplasias digestivas, y en particular, las dietas bajas en fibra y altas en grasa de origen animal se asocian con un riesgo incrementado de cáncer de colon1,2.
El estudio consistió en un periodo observacional de 2 semanas seguido de una intervención nutricional de otras 2 semanas. El periodo observacional recogió datos y muestras de los voluntarios en sus casas, y con su dieta y estilo de vida habituales. La intervención nutricional se hizo en régimen de ingreso, durante el cual los 20 voluntarios norteamericanos siguieron una dieta de tipo africano (55 g de fibra al día), y los 20 voluntarios de un área rural de Sudáfrica siguieron una dieta típicamente norteamericana (12 g de fibra al día).
En comparación con su dieta habitual basal, la permuta de régimen alimentario dio lugar a cambios importantes en biomarcadores de la mucosa del colon relacionados con riesgo de cáncer (proliferación epitelial e inflamación) de modo recíproco: los marcadores aumentaron en los sudafricanos durante la dieta norteamericana, y disminuyeron en los norteamericanos durante la dieta africana. Estos cambios ocurrieron en paralelo con transiciones en la microbiota fecal y el metaboloma urinario y fecal, que se sabe que afectan el riesgo de cáncer. Básicamente, se incrementó la presencia de microorganismos de fermentación sacarolítica y de metanogénesis, a la vez que disminuyó la síntesis de ácidos biliares secundarios en los periodos de dieta con alto contenido de fibra.
Es impresionante que un cambio radical en la dieta de tan solo dos semanas tenga una traducción inmediata no solo en la composición y actividad metabólica de la microbiota intestinal, sino también en marcadores histológicos de la mucosa del colon. Este tipo de estudios refuerzan conceptos ya conocidos, pero que se basaban fundamentalmente en observaciones epidemiológicas. Los estudios de intervención demuestran mejor las posibles relaciones causa-efecto en biología.
Bibliografía recomendada
- Magalhães B, Peleteiro B, Lunet N. Dietary patterns and colorectal cancer: systematic review and meta-analysis. Eur J Cancer Prev. 2012; 21(1): 15-23.
- O’Keefe SJ, Li JV, Lahti L et al. Fat, fibre and cancer risk in African Americans and rural Africans. Nat Commun. 2015; 6: 6342.