Existen determinadas circunstancias en las que la respuesta a las vacunas puede resultar ineficaz, como es el caso de la población anciana. ¿Qué papel podrían jugar los probióticos en este tipo de tratamientos?
El desarrollo de las vacunas representa uno de los mayores logros de la investigación biomédica. Su desarrollo ha permitido una mejora en la salud y calidad de vida del ser humano. Sin embargo, existen determinadas circunstancias en las que la respuesta a las vacunas resulta ineficaz, como es el caso de la población anciana. Gracias a los avances en inmunología, se han descrito los cambios que acontecen en la vejez, estado conocido como “inmunosenescencia”, que consisten en un deterioro global de la inmunidad a nivel de respuesta humoral y celular que redunda en una mayor predisposición a infecciones, así como una menor respuesta a las vacunas. Las infecciones respiratorias en población anciana son fuente de una importante morbimortalidad, y es sabido que la respuesta a la vacuna de la gripe es claramente inferior en ancianos en comparación con adultos (17-53% frente a 70-90%).
Por todo ello, el empleo de probióticos como agentes potenciadores de vacunas es una aplicación de gran utilidad, aunque todavía se encuentra en fase de estudio. En el caso de la vacuna de la gripe en ancianos, los estudios mejor diseñados se exponen a continuación:
- El primero de ellos utilizó L. casei Shirota frente a placebo en pacientes que recibían la vacuna contra la gripe. No se demostraron diferencias en la tasa de seroconversión ni en la de infecciones respiratorias.
- En un segundo estudio de similar diseño, pero con menor número de pacientes, se empleó Lactobacillus plantarum (CECT 7315/7316), apreciándose una significativo aumento en la seroconversión (Ig G e Ig A) frente al virus de la gripe.
- Otro probiótico empleado fue Lactobacillus paracasei ssp. paracasei. Dicho estudio se realizó en dos fases (fase piloto y fase de confirmación). En el grupo que recibió el probiótico se observó un mayor título de anticuerpos, si bien los resultados sólo fueron significativos en la segunda fase de confirmación. Por otro lado, se apreció una mayor tasa de seroconversión en aquellos que recibían la vacuna contra el virus de la gripe H3N2.
- En el cuarto y último estudio se utilizó Lactobacillus paracasei (NCC 2461) junto con fructooligosacáridos frente a placebo para evaluar la respuesta a la vacuna del virus de la gripe y del neumococo 23-valente. En este caso, se objetivó una menor incidencia de infecciones respiratorias, aunque sin diferencias en el título de anticuerpos.
Más allá del efecto de los probióticos disminuyendo la incidencia y severidad de las infecciones, los mecanismos en virtud de los cuales un determinado probiótico modula la respuesta a la vacuna no son del todo conocidos. La exposición de modelos murinos de colon a Lactobacillus gasseri genera diversificación de las poblaciones de linfocitos B a nivel de la lámina propia. En otro estudio, la administración de Lactobacillus paracasei ssp. paracasei NTU a ratones indujo una mayor interacción entre los linfocitos T CD4+ y las células dendríticas.
Por tanto, pudiera ser que determinados probióticos (efecto cepa-dependiente) mejoraran la respuesta a las vacunas en ancianos, aunque quedan muchas incógnitas por descubrir, existiendo variables como el tipo de vacuna, o el grado de seroconversión.
Lecturas recomendadas
- Yaqoob P. Ageing, immunity and influenza: a role for probiotics? The Proceedings of the Nutrition Society. 2014; 73(2): 309-17. Epub 2013/12/05.
- Maidens C, Childs C, Przemska A, Dayel IB, Yaqoob P. Modulation of vaccine response by concomitant probiotic administration. British Journal of Clinical Pharmacology. 2013; 75(3): 663-70. Epub 2012/08/01