La micobiota es el conjunto de microorganismos fúngicos en un determinado nicho. Aunque sus genes representan solo alrededor de 1% de los que identificamos en muestras intestinales, los hongos son bastante prevalentes y algunos géneros como Candida y Saccharomyces se encuentran en casi todos los individuos.
Se está utilizando el término inglés mycobiome para referirse al conjunto de genes propios de los microorganismos pertenecientes al reino de los hongos que están presentes en un determinado nicho ecológico. La mycobiota (en castellano sería micobiota) es el conjunto de microorganismos fúngicos en un determinado nicho. El reino de los hongos es un amplio dominio de organismos eucariotas, que son los que tienen células con su material genético protegido en un núcleo separado dentro del citoplasma, al igual que ocurre en el reino animal y el reino vegetal.
Actualmente, las tecnologías de secuenciación masiva permiten estudiar el espectro de genes de tipo fúngico en muestras clínicas. En el estudio MetaHIT y en otros, el número de genes que se reconocen en muestras fecales como de tipo fúngico es inferior al 1%, pero como se trata de células cien veces más grandes que las bacterianas, su impacto en la biomasa es probablemente mucho mayor del 1%, así como su impacto metabólico. Los géneros más abundantes en el tracto intestinal humano son Aspergillus, Cryptococcus, Penicillium, Pneumocystis, Candida, Saccharomyces y Kluyveromices1. Son bastante prevalentes, de modo que los géneros Candida y Saccharomyces se encuentran en casi todos los individuos. Algunos de estos géneros incluyen especies con potencial patógeno, pero generalmente en situación de oportunismo (personas inmunodeprimidas, o con tratamiento antibiótico intenso o prolongado). Cabe destacar que no se conocen especies patógenas de los géneros Saccharomyces y Kluyveromyces, que son levaduras fermentadoras de hidratos de carbono. Algunas especies de Saccharomyces (S. cerevisae) son muy conocidas por su protagonismo en la preparación de vino, cerveza y pan, mientras que el Kluyveromyces marxianus se utiliza en la preparación del kefir.
El estudio de las comunidades fúngicas en muestras de heces humanas demuestra correlaciones entre los géneros fúngicos y bacterianos, sugiriendo su implicación en redes metabólicas inter-regnum, es decir, que no forman un ecosistema independiente sino que están plenamente integrados en el microbioma intestinal1. En este sentido, el concepto de ‘micobioma’ o ‘micobiota’ es más una quimera intelectual que una realidad de la naturaleza: no existe un ecosistema fúngico segregado del resto de microorganismos.
Por el momento, la información más relevante e interesante desde el punto de vista clínico hace referencia a las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino. Los pacientes con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn tienen baja diversidad de especies fúngicas en la microbiota fecal y también en la microbiota adherida a la mucosa intestinal, según se ha reportado recientemente en la semana Europea de Gastroenterología (UEGW 2015, Barcelona). Aunque hay pérdida en diversidad de especies, hay incremento de la proporción de especies fúngicas sobre las bacterianas, con alta representación de Dioszegia y Candida en la mucosa de enfermos de Crohn. Tanto en colitis ulcerosa como en Crohn hay deficiencia de Saccharomyces y Kluyveromyces con respecto a controles sanos, y el Saccharomyces solamente coloniza zonas de mucosa no inflamadas en los pacientes con Crohn2,3.
Es interesante recordar que en estudios piloto de hace unos años se comprobó un efecto beneficioso del tratamiento con S. boulardii, tanto en pacientes con enfermedad de Crohn como en pacientes con colitis ulcerosa4,5.
Bibliografía
- Mukherjee PK, Sendid B, Hoarau G, Colombel JF, Poulain D, Ghannoum MA. Mycobiota in gastrointestinal diseases. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2015; 12(2): 77-87.
- Liguori G et al. UEGW J 2015; 3(5S) A229, P0290.
- Sokol H et al. UEGW J 2015; 3(5S) A229, P 0293.
- Guslandi M, Giollo P, Testoni PA. A pilot trial of Saccharomyces boulardii in ulcerative colitis. Eur J Gastroenterol Hepatol. 2003; 15(6): 697-8.
- Guslandi M, Mezzi G, Sorghi M, Testoni PA. Saccharomyces boulardii in maintenance treatment of Crohn’s disease. Dig Dis Sci. 2000; 45(7): 1462-4.