La leche materna se consideraba estéril hasta hace pocos años. Sin embargo, hasta en la leche de mujeres sanas se encuentran varios grupos de bacterias que podrían jugar un papel protector frente a diferentes procesos, incluidos los alérgicos.
Ya hemos comentado en otros apartados de esta web que, hasta hace unos pocos años, la leche materna se consideraba que era estéril, y con esta creencia hemos crecido profesionalmente muchos pediatras, ginecólogos y matronas, entre otros profesionales sanitarios.
Sin embargo, la evidencia científica reciente indica que este fluido es una importante fuente de bacterias comensales beneficiosas para el intestino del lactante. Entre las bacterias que se aíslan con mayor frecuencia se encuentran estafilococos, estreptococos y bacterias lácticas, habitualmente en una concentración que oscila entre 1.000 y 10.000 bacterias por ml en las muestras que se obtienen de mujeres sanas.
Las bacterias de la leche humana se encuentran entre las primeras que colonizan el intestino del recién nacido, impidiendo el asentamiento y proliferación de bacterias patógenas y, por lo tanto, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades infecciosas. Además, las bacterias de la leche materna podrían jugar un papel protector frente a procesos alérgicos.
Finalmente, la presencia de bacterias en la leche humana también podría explicar, al menos parcialmente, la abundancia de ciertas sustancias biológicamente activas en dicho fluido, ya que algunas de ellas tienen un gran potencial para sintetizar oligosacáridos, antioxidantes (glutatión), poliaminas, diversas vitaminas, etc.
Algunos estudios recientes indican que al menos una parte de las bacterias comensales que se encuentran en la leche materna proceden de la microbiota intestinal de la madre y que accederían a la glándula mamaria a través de una ruta interna, denominada ruta enteromamaria, como se indica en la figura 1.
Figura 1. Circulación enteromamaria. Editado con autorización de JM Rodríguez.
En el intestino de la madre, algunas bacterias comensales pueden atravesar el epitelio intestinal con la ayuda de células del sistema inmunitario, que las diseminan a otras mucosas del organismo, entre las que se encuentra la de la glándula mamaria durante la lactancia.
La existencia de la circulación enteromamaria, que se intensifica al final del embarazo y durante la lactancia, y la comprobación de que cepas de lactobacilos aislados de la leche materna y administrados oralmente llegan a la glándula mamaria, abre la interesante posibilidad de modular la microbiota mamaria mediante la ingestión de probióticos.
Esto puede tener un impacto favorable no sólo para la salud de la madre, sino también para la de su hijo lactante. Es de esperar que esta estrategia, junto con un uso controlado y racional de los antibióticos, permita reducir en un futuro la incidencia de mastitis en las mujeres lactantes.
Todas estas afirmaciones están apoyadas en importantes estudios que desde hace unos años realiza el grupo investigador español coordinado por el doctor José Miguel Rodríguez de Probisearch, Empresa de Base Tecnológica (EBT) asociada a Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y a la Fundación Parque Científico de Madrid.
Además de su faceta investigadora, esta empresa proporciona un servicio individualizado de análisis de leche materna, a fin de diagnosticar la existencia de mastitis, prestación de servicios a empresas del ámbito biomédico, alimentario, biotecnológico y veterinario, investigación, desarrollo e innovación en los ámbitos biomédico, alimentario y veterinario.
También tienen una excelente labor docente con transmisión de conocimientos mediante cursos formativos y de asesoría. Verdaderas autoridades mundiales en este tema, tienen una amplia bibliografía sobre la mastitis humana, habiendo publicado numerosos artículos al respecto. Sirva de ejemplo la portada de uno de sus libros (figura 2). Realmente merece la pena darse una vuelta por su web.
Figura 2. Portada del libro MASTITIS del grupo investigador.
Para finalizar, recomendamos la lectura de un artículo de revisión, sobre una ponencia que impartió el Dr. Rodríguez en Estados Unidos recientemente como experto invitado en el tema. Su lectura es un verdadero placer.
Hola, soy farmacéutica y estoy interesada en saber si podrían recomendarse los probióticos para mastitis porque he visto varios artículos científicos que avalan sus beneficios pero no hay ninguna guía oficial que demuestre es adecuada su recomendación desde la farmacia ( teniendo en cuenta que el paciente es sano y no esta imnodeprimido)