Plataformas como esta web están utilizando este medio con el objetivo de ayudar a difundir los recientes conocimientos en esta área de creciente interés, colaborando en la difusión de información contrastada y de calidad que ayude a clarificar conceptos entorno al mundo de la probioticoterapia y fomentando la participación activa y la interacción con los distintos profesionales interesados en este campo.
Recientemente he asistido, junto con otros profesionales sanitarios a un curso de iniciación a Twitter, impartido en el madrileño Hospital Pardo de Aravaca, por Alejandra Rodríguez, responsable de Comunicación y Community Manager de Hospitales NISA. Hasta ese momento, mis conocimientos sobre el tema se resumían a los comentarios de mis hijos adolescentes y de algún compañero de profesión (sinceramente, pocos).
Twitter es un servicio de microblogging que permite a sus usuarios enviar y publicar mensajes de texto de corta longitud, con un máximo de 140 caracteres, llamados tweets o tuits, que se muestran en la página principal del usuario. Éste puede suscribirse a los tuits de otros usuarios. A esto se le llama «seguir» y a los usuarios abonados se les llama «seguidores» o followers. Por defecto, los mensajes son públicos, pudiendo difundirse privadamente mostrándolos únicamente a unos seguidores determinados.
La principal y más popular característica es su sencillez y sintetización. En esos 140 caracteres podemos contar qué estamos haciendo, interactuar con otros usuarios mediante replies y mensajes privados, anunciar, promocionarse, hacer o mantener amistades y networking, encontrar trabajo, etc. Los usuarios pueden tuitear desde la web del servicio, a través de mensajería instantánea o del teléfono móvil. Los mensajes son enviados de forma inmediata a otros usuarios que han elegido la opción de recibirlos (restringido a su círculo de amigos o público en general).
Lanzado en julio de 2006, se estima que en la actualidad Twitter tiene más de 500 millones de usuarios, generando 65 millones de tuits al día, y maneja más de 800.000 peticiones de búsqueda diarias. Ha sido apodado como el SMS de Internet. Entre sus usuarios destacan grandes figuras públicas, como Barack Obama, Lady Gaga o Rafa Nadal, entre otros.
Evidentemente, la salud y sus profesionales nunca tendrán tantos seguidores, pero Twitter, como otras redes sociales, es una herramienta utilizada tanto en la comunicación sanitaria entre profesionales como en la relación profesional-paciente, por lo que debería ser conocida por los primeros. Además, pueden aportar un escenario complementario para actividades sanitarias no asistenciales, como la formación continuada, la docencia y la investigación.
Por otra parte, Twitter puede ser un arma potente para difundir mensajes y realizar funciones de educación para la salud. También su carácter participativo y horizontal posibilita la creación de grupos virtuales cerrados en las que se favorece el trabajo colaborativo entre profesionales. En el mundo de la microbiota y los probióticos, por su carácter multidisciplinar, Twitter enriquecería los contenidos que habitualmente recibimos pasivamente y a los que podíamos llegar de forma más activa.
Quizás una de las aplicaciones que más posibilidades nos ofrece la red Twitter sea la gestión de eventos sanitarios. Así, en una fase de preparación se pueden solicitar temas, ponentes, difundir el congreso y crear una etiqueta o hashtag oficial con la que se va a tuitear el mismo. Durante la fase de realización los asistentes tuitearán tanto sobre los aspectos organizativos como científicos de la reunión a tiempo real. Por último, en la fase de evaluación podremos analizar la numerosa información recogida. Es probable que el futuro de muchas reuniones realizadas por las Sociedades Científicas esté aquí. Como dice el eslogan, ¿quieres hablarle al mundo?: abre una cuenta Twitter.
Para terminar, el hecho de que, en tiempo real, se sucedan conversaciones y opiniones de contenidos hacen de Twitter la red social más abierta y accesible, lo que, paradójicamente, refleja un medio poco apropiado para mantener comunicaciones complejas. Ello hace que sea una muy buena herramienta si se utiliza adecuadamente y una fuente de malentendidos si se emplea mal.
Lecturas recomendadas
- Ávila de Tomás JF. Aplicaciones y uso de Twitter en salud. Guía avanzada de Twitter. FMC 2012; 19: 365-8.
- Benedicto C, Ávila JF. Facebook, Lindedln, Twitter y otras aplicaciones de participación de profesionales en la Web 2.0. AMF 2013; 9: 548-2