Un estudio publicado en Microbiome evaluó la mejoría clínica de un grupo de 18 niños con trastornos del espectro autista tras un trasplante de microbiota fecal.
Según un estudio publicado online en enero de 2017 en la revista Microbiome, se plantea la posibilidad en un futuro de modificar la microbioma y viroma intestinal con el objetivo de mejorar la clínica gastrointestinal y conductual de pacientes con trastorno del espectro autista (TEA). Es un estudio llevado a cabo en la Universidad del Estado de Arizona en Estados Unidos por Dae-Wook Kang y colaboradores.
En la literatura hay varios artículos y experiencia clínica en el uso de trasplante de microbiota fecal y/o probióticos para diferentes condiciones, como puede ser el tratamiento de la infección intestinal por C. difficile y otras patologías gastrointestinales como la colitis ulcerosa. Se conoce, asimismo, que en los pacientes con TEA las alteraciones gastrointestinales son más frecuentes, en probable relación con una disbiosis intestinal.
Los investigadores estudiaron el impacto en la microbiota intestinal, en la clínica gastrointestinal y en la conducta con un tratamiento fundamentado en la modificación de la microbiota en estos pacientes a través de la transferencia de la misma a partir de donantes sanos que no tenían tampoco antecedentes familiares de TEA.
El estudio se llevó a cabo en 18 niños con diagnóstico de TEA y clínica gastrointestinal moderada o severa. La terapia consistía en la administración a lo largo de dos semanas de tratamiento antibiótico (vancomicina), limpieza intestinal, y trasplante de microbiota fecal (administración oral o rectal) a dosis iniciales altas, seguido de dosis diarias de mantenimiento a lo largo de 7 a 8 semanas.
El trabajo se centraba en analizar la seguridad y tolerabilidad del trasplante de microbiota, así como sus efectos en la microbiota, síntomas gastrointestinales y conductuales en pacientes con TEA.
Según los resultados del estudio, los pacientes lograron mejoría en la clínica gastrointestinal fundamentalmente, y, en menor medida, en un 25% de los casos, se objetivó mejoría de los síntomas relacionados con el lenguaje, la interacción social y las estereotipias. Según las escalas aportadas por los familiares, los niños también se mostraron menos hiperactivos, irritables y letárgicos.
Tras cinco semanas de tratamiento, experimentaron una reducción del 80% de los síntomas gastrointestinales, principalmente dolor abdominal, indigestión, diarrea y estreñimiento.
Según este estudio exploratorio, un tratamiento a largo plazo basado en la modificación del microbioma y viroma intestinal mejoraría los síntomas gastrointestinales y conductuales de estos pacientes. Además, en el estudio refieren que la mejoría persiste al menos durante ocho semanas una vez acabado el tratamiento, lo que sugiere un efecto a largo plazo.
Las limitaciones fundamentales del trabajo tienen que ver con que se trata de un estudio abierto, no aleatorizado, sin grupo control, con una muestra muy pequeña y donde no podemos realmente discernir qué porcentaje del efecto terapéutico observado corresponde a cada uno de los elementos del tratamiento realizado.
Por lo tanto, a pesar de ser una línea de investigación aparentemente prometedora, no hay la evidencia necesaria para hacer una recomendación terapéutica en este sentido. Son necesarios más estudios para validar los hallazgos encontrados aunque los resultados son promotores y abren una luz de esperanza a pacientes y familiares con TEA.
Bibliografía
- Kang DK, Adams JB, Gregory AC, Borody T, Chittick L, Fasano A et al. Microbiota Transfer Therapy alters gut ecosystem and improves gastrointestinal and autism symptoms: an open-label study. Microbiome. 2017; 5: 10. DOI 10.1186/s40168-016-0225-7.
Disponible en: https://microbiomejournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/s40168-016-0225-7