En el centenario de la muerte de Elie Metchnikoff

El 15 de julio de 2016 se cumplen 100 años de la muerte de Elie Metchnikoff que, como resume el profesor Juan Miguel Rodríguez en su excelente capítulo “Historia de los probióticos” del recientemente publicado libro de la SEPyP “Probióticos, prebióticos y salud. Evidencia científica”, puso los cimientos científicos de la bacterioterapia, base del empleo de los probióticos”.

Aunque la modulación de la microbiota intestinal para mejorar la salud se ha efectuado empíricamente desde tiempos ancestrales, existiendo noticias del empleo de leches fermentadas para el tratamiento de infecciones gastrointestinales desde el año 76 a.C., tal como describe el historiador romano Plinio, no es hasta finales del siglo XIX cuando la Ciencia relaciona la salud con los alimentos fermentados.

Fue precisamente Louis Pasteur (1822-1895), al estudiar la fermentación vinícola, quien demostró que el crecimiento de los microorganismos en los caldos de cultivo no era debido a la generación espontánea, principio científico que fue base de la Teoría germinal de las enfermedades, lo que significó un cambio conceptual sobre los seres vivos y el inicio de la microbiología moderna.

Pero es Elie Metchnikoff (1845-1916), el científico ruso-ucraniano, quien es considerado el padre del uso clínico de los probióticos y del descubrimiento de  cualidades beneficiosas para la salud en la fermentación de la leche, observando que los lactobacilos transformaban la lactosa en ácido láctico, sustancia que actúa contra las bacterias patógenas (figura 1).

Sin embargo, el trabajo que le valió el Premio Nobel, junto a Theodor Escherich en 1908, y la inmortalidad como padre de la inmunología celular, fue el descubrimiento de la fagocitosis, al describir unas células que eliminaban las partículas extrañas de los tejidos de los animales invertebrados, percatándose de que se trataba de un proceso fundamental en la protección del huésped frente a las infecciones.

Posteriormente, sus investigaciones se orientaron hacia los mecanismos responsables de la senilidad y los medios por los que éstos podrían ser inhibidos. El resultado de sus trabajos se plasmó en libros como Études sur le Nature Humaine. Essai de philosophie optimiste (1903) o Étude sur la vieillesse. La longévité dans la série animale (1907), por los que se le recuerda como padre de la Gerontología, un término acuñado por él mismo, igual que el de Tanatología.

Metchnikoff hizo una observación histórica al describir que los habitantes de las aldeas campesinas de los Balcanes alcanzaban edades muy avanzadas, generalmente centenarias. Relacionó este hecho con el consumo habitual de una leche fermentada y postuló que las bacterias implicadas en dicha fermentación serían las responsables de su longevidad, ya que eliminarían a los clostridios y otras bacterias putrefactivas que serían responsables de la “autointoxicación intestinal” y el envejecimiento prematuro.

Así, desarrolló una dieta con una leche fermentada (el nacimiento del yogur) que contenía las dos bacterias que había aislado de los productos consumidos en los Balcanes: Lactobacillus delbrueckii subespecie bulgaricus (microorganismo productor de lactato descubierto en 1905 por el búlgaro Stamen Grigorov) y Streptococcus thermophilus. El propio Metchnikoff siguió sus consejos del consumo diario de leche fermentada con el “lactobacilo búlgaro” hasta su muerte.

Metchnikoff recogió los resultados de sus observaciones sobre la senilidad en un libro que ejerció una gran influencia: The Prolongation of Life, publicado en 1907. En él deja reflejado su fundamento científico sobre el efecto protector para la salud de las bacterias ácido lácticas y su teoría supuso los cimientos científicos de la bacterioterapia, base del empleo actual de los probióticos. Este libro, así como otras obras del autor, pueden ser descargados gratuitamente por Internet desde la página de la Universidad de California (figura 2).

Nacido en Ivanovka, cerca de Kharkoff, el 16 de mayo de 1845, hijo de un oficial de la Guardia Imperial y de una judía, fue el menor de cuatro hermanos y desde muy joven sintió una gran atracción por la historia natural. Pronto conoció las teorías evolucionistas de Darwin, abrazando el ateísmo y el materialismo, y el pensamiento de que el progreso de la civilización dependía del avance de las ciencias, ideas que le marcaron toda la vida.

Tras cursar estudios en Ciencias Naturales, peregrinó como profesor por varias facultades de diferentes universidades de Alemania, Italia y el Imperio Ruso, abarcando diversas disciplinas como la Embriología, la Histología y la Zoología, y donde tuvo que dar clases para evitar mayores penurias económicas. En la Universidad de San Petersburgo sufrió un primer episodio depresivo debido a la falta de medios y el poco apoyo de sus colegas.

En 1872 falleció su primera mujer e ilustradora de sus trabajos, Ludmilla Feodorovitch, que estaba enferma de tuberculosis, en la Isla de Madeira, lo que provocó una segunda depresión y un intento de suicidio con una sobredosis de opio. En 1875 se casó con Olga Belokopitova, de dieciséis años, de la que era tutor. Diversos fallecimientos, tanto en su familia como de miembros de la familia política, obligaron a Metchnikoff a mantener a su cargo a hermanas, cuñadas, sobrinos, etc. Su mujer enfermó de tifus y Metchnikoff entró de nuevo en estado de depresión, con un nuevo intento de suicidio inoculándose Treponema. Estuvo enfermo unas semanas, pero finalmente se recuperó.

Tras pasar estancias en España, Italia y Tánger debido a la bronquitis de su mujer, en 1887 Pasteur le ofreció un laboratorio en su nuevo Instituto de Paris. En la capital francesa, por fin, Metchnikoff parecía haber encontrado lo que tantos años estuvo buscando por toda Europa. Aparte de su intenso trabajo de investigación, se dedicó también a la divulgación científica en forma de artículos, conferencias y entrevistas. También participó en las actividades docentes del Instituto, siendo nombrado subdirector en 1895.

Los últimos años de su vida los dedicó al estudio del proceso del envejecimiento y su relación con los microbios del intestino, preconizando un estilo de vida determinado y un control de la dieta para alcanzar la longevidad. Además, estudió la arterioesclerosis, el cólera y la sífilis. Falleció en París en 1916, tras haber sufrido varios infartos de miocardio en sus últimos años.

Su mujer, Olga, que acabaría muriendo de tifus en Paris en 1944, escribió en 1921 su biografía, que puede descargarse gratuitamente por Internet desde la página de la Universidad de California anteriormente reseñada (figura 3). En un interesantísimo artículo publicado en The Lancet, Scott Podolsky reflexiona sobre la figura de Metchnikoff, paralela a la investigación sobre el microbioma, olvidada hasta hace veinte años y que actualmente presenta un futuro tan optimista como los escritos del científico ruso.

Queremos terminar recordando sus palabras durante una conferencia pronunciada el 3 de octubre de 1901 en Manchester, que llevaba como título “Flora and the human body”:

“Tan pronto como nace, el hombre se convierte en el hábitat de una rica microflora. La piel, las membranas mucosas y el contenido gastrointestinal se pueblan de tal flora, aunque hasta la fecha sólo se hayan reconocido o descrito un número muy pequeño de estos microorganismos. La dependencia de los microbios intestinales en la comida hace que sea posible adoptar medidas para modificar la flora en nuestros cuerpos y para reemplazar a los microbios dañinos por microbios útiles».

Bibliografía

  • Fresquet JL. Elie Metchnikoff. [Acceso el 10 de julio de 2016] Disponible en: Historia de la medicina
  • Metchnikoff, Olga. Life of Elie Metchnikoff (1845-1916). E-book. The Floatting Press. 2014/May/1. [Acceso el 10 de julio de 2016] Disponible en: iTunes
  • Podolsky SH. Metchnikoff and the microbiome. THE LANCET  Vol. 380; Nov 24, 2012.
  • Rodríguez JM. Historia de los probióticos. En: Álvarez-Calatayud G, Marcos A, Margollés A (Eds.). Probióticos, prebióticos y salud: Evidencia científica. Madrid: Ergon; 2016. p. 91-97.
  • University of California at Los Angeles. The prolongation of life; optimistic studies. Internet Archives. [Acceso el 10 de julio de 2016] Disponible en: Internet Archive
  • Vaugham, R.B., The romantic rationalist a study of Elie Metchnikoff, Med. Hist., 1965; 9(3): 201-215.
  • Wikipedia. Iliá Mécthnikov. [Acceso el 10 de julio de 2016] Disponible en: Wikipedia 
Fecha de última modificación del artículo: 15/07/2016
2 Respuestas
  1. El Probiótico MARíA ELENA DE PRADA JUSTEL el dia ha dicho:

    Excelente texto para la Historia de la Medicina y el estudio del microbioma y su cuidado. Gracias.

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